El pterigio (pronunciado «terigio») y la pingüécula son crecimientos o tumores en la córnea (la ventana frontal transparente del ojo) y la conjuntiva (la membrana delgada y transparente que cubre la esclerótica o parte blanca parte del ojo).  Estos tumores son no cancerosos y bastante comunes.

La pingüécula es un parche o abultamiento amarillento en la conjuntiva, cerca de la córnea. Aparece con mayor frecuencia en el lado del ojo más cercano a la nariz. Es un cambio en el tejido normal que se transforma en un depósito de proteína, grasa y/o calcio, muy similar aun callo en la piel.

Pinguecula

El pterigio es un crecimiento de tejido carnoso de forma triangular sobre la parte blanca del ojo, que con el tiempo puede extenderse sobre la córnea. Este tumor puede permanecer pequeño, o crecer lo suficiente como para interferir con la visión. A menudo, un pterigio se desarrolla a partir de una pingüécula.

Pterigio

Algunos pterigios pueden tornarse rojos e inflamados y algunos, pueden llegar a ser grandes y gruesos, produciendo sensación de cuerpo extraño en el ojo. Si el pterigio es lo suficientemente grande, puede afectar la forma de la superficie de la córnea, causando un astigmatismo.

Las causas del desarrollo de pterigio y pingüécula no son aún claras. Se cree que la luz ultravioleta (UV) del sol puede ser un factor en el desarrollo de estos tumores. Otros factores que se cree causan pterigio y pingüécula son la condición de ojo seco y elementos ambientales como el viento y el polvo.

Síntomas de la Pingüécula y el Pterigio

Jan. 17, 2012

En la mayoría de las personas, la primera señal de pingüécula es un parche o abultamiento amarillento en la conjuntiva, generalmente en la parte del ojo más cercana a la nariz.

Por lo general, la pingüécula presenta pocos síntomas, sin embargo, si se irrita, puede producir la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo. En algunos casos, la pingüécula puede inflamarse. Una irritación y un enrojecimiento de los ojos pueden ocurrir, especialmente si el ojo es expuesto al sol, viento, polvo o un ambiente muy seco.

Cuando hay un pterigio, algunas personas pueden desarrollar el tumor y no tener otros síntomas. Para otros, especialmente aquellos que tienen un pterigio en crecimiento, puede haber enrojecimiento, inflamación o ambos.

Otros síntomas pueden incluir:

  • Visión borrosa;
  • Comezón;
  • Escozor;
  • Sensación arenosa en el ojo;
  • Sensación de cuerpo extraño en el ojo.

Diagnóstico y Tratamiento de la Pingüécula y el Pterigio

Mar. 10, 2014

Un oftalmólogo (Doctor de los Ojos) puede diagnosticar el pterigio y la pingüécula por medio de un examen con una lámpara de hendidura (foto a la izquierda). Este dispositivo permite a su oftalmólogo examinar de cerca la córnea, el iris, el cristalino y el espacio entre el iris y la córnea. El médico puede examinar de cerca el ojo en pequeñas secciones, lo que hace más fácil ver anormalidades.

El pterigio y la pingüécula generalmente no requieren tratamiento hasta que los síntomas son suficientemente severos. Cuando una pingüécula o un pterigio se enrojece y se irrita, el uso de colirios lubricantes o ungüentos, o posiblemente la aplicación de gotas con esteroides suaves se pueden utilizar para ayudar a reducir la inflamación.

Si estos tumores son lo suficientemente grandes como para causar problemas visuales o malestares persistentes, pueden ser extirpados quirúrgicamente por un Doctor de los Ojos durante un proceso ambulatorio. En ocasiones, éstos son extirpados por razones cosméticas.

Cuando el pterigio es leve, un anestésico tópico puede utilizarse antes de la cirugía para adormecer la superficie del ojo. Sus párpados se mantendrán abiertos, mientras que el pterigio es extirpado quirúrgicamente. Después del procedimiento, que por lo general no dura más de media hora, es probable que necesite usar un parche protector sobre el ojo por un día o dos. Usted debe ser capaz de retomar sus actividades normales de trabajo al día siguiente. Tenga en cuenta que la remoción de un pterigio puede causar astigmatismo o empeorar la condición en personas que ya tienen este error de refracción.

Después de retirar la carnosidad, gotas de esteroides para los ojos pueden ser utilizadas por varias semanas para disminuir la hinchazón y prevenir una reaparición del tumor.

A pesar de que una pingüécula o un pterigio hayan sido removidos quirúrgicamente, éstos pueden recurrir. De hecho, la tasa de recurrencia es entre un 30 y un 40 por ciento, y es aún más probable entre personas menores de 40 años de edad. Para evitar una recurrencia después de la cirugía, su Doctor de los Ojos puede suturar o pegar una pieza de tejido de la superficie ocular sobre la zona afectada. Este método, llamado autoinjerto conjuntival autólogo, tiene una tasa baja de recurrencia.

Medicamentos que prevengan el crecimiento de tejidos también son utilizados en ocasiones para ayudar a prevenir la recurrencia del pterigio o pingüécula.

La mejor manera de evitar la recurrencia de pterigio o pingüécula después del tratamiento es limitar la exposición a los factores ambientales que contribuyen a su crecimiento. Esto incluye:

  • Protección adecuada de sus ojos contra el exceso de luz ultravioleta por el uso de anteojos para sol envolventes;
  • Protección de sus ojos contra condiciones secas y polvorientas mediante el uso de anteojos apropiados;
  • Aplicación de lágrimas artificiales para los ojos en un lugares secos.