En algún momento, casi todo el mundo experimenta esa sensación arenosa e incómoda cuando sus ojos se secan demasiado. Pero para algunas personas, el ojo seco es más que una molestia temporal. Es un problema continuo llamado enfermedad de la superficie ocular que exige un manejo constante.

La enfermedad de la superficie ocular es un trastorno muy común. Ocurre cuando sus ojos no producen suficientes lágrimas o la calidad adecuada de lágrimas. Las lágrimas, que están formadas por tres capas separadas, son vitales para mantener los ojos sanos y cómodos. Cualquiera puede tener una enfermedad de la superficie ocular, aunque es más usual entre las mujeres, particularmente después de la menopausia.

El ojo seco y su entorno

El lugar donde vive puede desempeñar un papel en el desarrollo de los ojos secos. Por ejemplo, las personas que viven en ciudades importantes con altos niveles de contaminación del aire pueden tener más probabilidades de sufrir síntomas de ojo seco que las que viven en áreas con menos contaminación del aire. Un estudio de veteranos militares de EE. UU. encontró que las personas en Chicago y los alrededores de la ciudad de Nueva York tenían de tres a cuatro veces más probabilidades de ser diagnosticadas con síndrome de ojo seco en comparación con las personas en áreas con relativamente poca contaminación del aire.

El mismo estudio también mostró que las personas que viven en códigos postales de mayor altitud, donde el aire suele ser más seco, tienen un 13 por ciento más de probabilidades de desarrollar ojo seco que las personas en altitudes más bajas.

Con base en los hallazgos de este estudio, los oculistas recomiendan que las personas que padecen ojo seco que viven en ciudades con mucha contaminación ambiental o en climas muy secos, usen tácticas específicas para ayudar a manejar y controlar sus síntomas.

En concreto, sugieren:
– usar un filtro de aire de alta calidad en el hogar en las principales ciudades u otras áreas con mucha contaminación del aire, y
– usar un humidificador en el hogar para agregar humedad al aire seco.

A continuación otras formas en que puede minimizar el impacto de su entorno en sus síntomas de ojo seco

Proteja sus ojos en áreas con mucho viento
Si a menudo se encuentra en un área ventosa, utilice un par de anteojos de sol envolventes para reducir la posibilidad de que el viento sople directamente en sus ojos y los seque. Recuerde que los ventiladores y los secadores de cabello pueden resecar sus ojos, así que limite su exposición a ellos.

Evite el humo del cigarrillo
¿Estás cerca del humo del cigarrillo con frecuencia, o fumas? Ya existen muchas buenas razones para no fumar o exponerse al humo de segunda mano, pero tenga en cuenta que el humo del cigarrillo puede irritar los ojos secos. Fumar también puede aumentar su riesgo de desarrollar ojo seco en primer lugar. Manténgase alejado del humo.

Descansa los ojos con frecuencia y parpadea
Trabajar en una computadora, leer o mirar televisión, puede secar los ojos. Esto se debe a que no parpadea con tanta frecuencia como lo hace normalmente. Tome descansos cada 10 minutos, deje que sus ojos descansen y trate de parpadear con más frecuencia para ayudar a que sus ojos recuperen algo de la humedad que han perdido.

Prueba con lágrimas artificiales
Las lágrimas artificiales están disponibles sin receta médica. Úselas con la frecuencia que necesite, pero si se encuentra usándolas más de una vez cada dos horas, es posible que desee usar lágrimas que no contengan conservantes. Los geles lubricantes también pueden ayudar. Debido a que son más gruesos y nublan su visión. Debe utilizarlos a la hora de acostarse.

Los suplementos de ácidos grasos omega-3 pueden ayudar
Algunas personas encuentran alivio de los síntomas del ojo seco al complementar su dieta con ácidos grasos omega-3, que se encuentran naturalmente en alimentos como el pescado azul (salmón, sardinas, anchoas) y semillas de lino. Pregúntele a su oftalmólogo si debe tomar suplementos de ácidos grasos omega-3 y, de ser así, cuánto y en qué forma.

Cuide sus párpados para ayudar a mejorar la calidad de las lágrimas
Ponerse compresas tibias en los ojos puede ayudar a liberar la grasa de las glándulas de los párpados, lo que ayuda a mejorar la calidad de las lágrimas. Además, lávese los párpados cuidadosamente con una toallita limpia, jabón y agua tibia, y luego enjuáguese bien los ojos. Hay varias tecnologías nuevas disponibles para tratar los párpados en el consultorio del médico o en casa.

Si tiene dificultades para controlar los síntomas del ojo seco de la enfermedad de la superficie ocular, hable con su oftalmólogo para determinar el mejor curso de tratamiento para usted.

Referencia: American Academy of Ophthalmology

 

Haz tu cita